Los Postres de Lola
Postres hechos como en casa, con cariño y paciencia.
Va de aquí para allí, atareada en su cocina. A veces Lola ni siquiera prueba sus dulces, porque con los años ha aprendido a saber si todo va bien con la vista, el tacto y el aroma sutil que desprende cada receta en cada momento. Elige cada ingrediente como si fuera para ella. Pero nunca lo es. Bate sus cremas y mezclas no con la energía del capricho, sino con la del orgullo y el oficio.
Deja reposar y hornea con paciencia, nunca con ansia. Lo creáis o no, Lola no disfruta comiendo sus postres. Disfruta cuando tú o sus invitados cerráis los ojos de puro placer al probarlos, al reconocer esos sabores de siempre elaborados como nunca. Lola disfruta compartiendo sus años de oficio. Porque Lola no hace postres, los vive.