Historia del queso: origen y curiosidades

En este artículo, viajaremos hasta tiempos remotos para descubrir el origen de uno de los alimentos más antiguos de la historia, y te contaremos algunas de sus curiosidades más sabrosas.

HISTORIA DEL QUESO: EL NACIMIENTO DE UN ALIMENTO SEMPITERNO

Aunque a día de hoy no exista un origen determinado del queso, los expertos fechan su creación en el Neolítico, hace más de 10.000 años, coincidiendo con el momento en el que el ser humano aprendió a domesticar a las cabras y ovejas.

No obstante, los hallazgos queseros más antiguos pertenecen a la Antigua Mesopotamia: en el templo de la diosa de la vida Ninhursag fue encontrada La Lechería, un friso que detalla todo el proceso de fabricación del queso. Asimismo, con el tiempo también se han descubierto testimonios gráficos de su existencia en tumbas del Antiguo Egipto.

Estos primeros quesos surgieron como una manera de conservar la leche, y se convirtieron en el aliado ideal en épocas de escasez. Además, su facilidad para transportarse en buen estado, así como sus atributos alimentarios, le dotaban de un alto atractivo a la hora de realizar largos desplazamientos. Esto permitió que el queso viajara hasta llegar a Grecia y Roma.

Los antiguos romanos quedaron fascinados con la introducción del queso en su civilización y lo convirtieron, más pronto que tarde, en un alimento indispensable en sus dietas. Con la expansión del Imperio Romano, cada vez más territorios fueron adoptando las técnicas de elaboración queseras.

Poco a poco, el auge de popularidad lo fue transformando en un producto importante para la economía mundial, con un crecimiento a lo largo de los años que ha hecho que hoy en día no podamos (¡ni queramos!) imaginarnos la vida sin queso.

¿SABÍAS QUÉ…? CURIOSIDADES QUESERAS

Existe una leyenda muy extendida que relaciona el origen del queso con un mercader árabe que llevaba consigo leche almacenada, y que al final del día se dio cuenta de que esta se había fermentado y separado en dos partes. La mitología griega, en cambio, defiende que fueron los Dioses del Olimpo quienes, como regalo divino, enseñaron a los humanos el arte de elaborar queso.

El término queso proviene de la palabra latina caseus (de la que deriva también cheese), que significa carencia de suero, como también de la griega fornos, palabra con la que se llamaba al cesto para guardar los quesos. De esta última nacen formage (francés), formatge (catalán) y formaggio (italiano).

La elaboración de queso no requiere una leche muy específica: hay países que utilizan hasta leche de reno. Eso facilita el proceso de creación, y permite que se produzcan unos 20 millones de toneladas de queso al año.

Se conocen más de dos mil variedades de queso. En España se elaboran más de 200 tipos, y Grecia es el país que más consume. No es casualidad, pues, que la palabra turófilo (amante del queso) nazca de la unión de los términos griegos Tyros (queso) y Philos (afinidad).

Desde su nacimiento hace miles de décadas, cuesta pensar en un día en el que el queso no exista. En TGT llevamos más de cincuenta años trabajando en la elaboración y distribución del buen queso que hoy llega hasta ti. Porque como cuenta la leyenda griega, el queso es un manjar de dioses que debemos cuidar para asegurarnos su perduración. ¿Y se te ocurre una manera mejor de mimar a nuestro alimento favorito que disfrutándolo?

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