Degustación de quesos: consejos para la apreciación de matices y sabores

30/11/2023

Hoy venimos con una propuesta que estamos seguros de que te va a encantar.

¿Qué te parece sorprender con una buena degustación de quesos en tu próximo encuentro con amigos?

El queso siempre es un placer, y si además lo disfrutas en buena compañía, ni te contamos.

Para que puedas aprovechar al máximo tu deliciosa experiencia quesera, te damos algunas recomendaciones para llevar a cabo tu degustación de quesos como un cheeselover profesional.

Tu degustación de quesos, paso a paso

Antes de lanzarte a disfrutar del sabor del queso, hay algo muy importante que debes tener en cuenta: la temperatura.

De nada sirve que escojas los mejores quesos del mercado si vas a degustarlos nada más sacarlos de la nevera, ya que el frío reducirá la intensidad de los sabores y te perderás buena parte de la experiencia.

Y cuidado también con el calor excesivo, que puede hacer que los quesos grasos se vuelvan aceitosos.

Lo ideal es servirlos a temperatura ambiente (alrededor de 20 ºC) para que los aceites y los aromas se liberen plenamente y cada queso pueda brillar en todo su esplendor.

Y ahora sí: sigue los siguientes pasos y… ¡a por esos quesos!

1. Observa el queso

Comprueba primero que la corteza no tenga ninguna grieta profunda que penetre hasta el interior, ya que el sabor del queso podría haberse alterado.

Después, fíjate bien en el color, la textura aparente o cualquier otra característica que perciban tus ojos, porque te va a decir mucho sobre el queso que vas a probar.

¿De qué color es?

Solo con ese dato ya tienes una buena pista del tipo de leche que se ha usado para hacerlo.

Los quesos más blancos son los de cabra y, los más amarillos, los de vaca.

En medio están los quesos de colores marfil, típicos de los quesos de oveja, como el Ronkari o nuestro Ahuyentalobos de oveja.

Mira también si tiene las clásicas vetas azules de quesos como el Roncari Blue ; te están diciendo claramente que te prepares para sentir la deliciosa intensidad de los quesos con moho.

2. Detecta los matices aromáticos del queso

Durante una degustación de quesos, el olfato te dará mucha información sobre su intensidad. Aromas manchegos como los de El Galán , por ejemplo, adelantan la experiencia de un queso muy intenso.

Oler el queso también contribuye significativamente a la experiencia de tu degustación.

Y es tan sencillo como acercarlo a tu nariz, inhalar lentamente e identificar los matices del aroma del queso.

Podría tratarse de un aroma a nuez, típico del queso parmesano, por ejemplo.

O el aroma afrutado que resulta de la combinación de alcohol y ácido en los compuestos de la leche, como sucede en el Grana Padano.

O un aroma mantecoso como el del Havarti (truco para identificar este aroma: piensa en el olor de las palomitas de maíz de microondas).

Estos son solo tres de los muchos matices aromáticos del queso; hay muchísimos más, como fúngico, cava, cuero, caramelo o establo, entre muchos otros.

3. Saborea la experiencia quesera

¡Hora de paladear tu queso!

Y ojo, que no debes quedarte solo con el sabor.

Hay muchos otros factores a los que tenemos que prestar atención durante la degustación, como la textura en boca o la persistencia.

La textura en boca te dará datos como la firmeza, la deformabilidad o la adherencia al morderlo.

Fíjate también en la granulosidad, que puede ser gruesa, como la de un mantecado, granulosa como la sémola, arenosa, como algunas peras, harinosa como el azúcar glasé o fina, como el yogur.

Al probar el queso, realiza el proceso en varios pasos.

Toma un pequeño bocado y permite que se derrita en tu boca, prestando atención a las diferentes fases de sabor.

Comienza identificando la primera impresión y percibe luego las capas de sabores a medida que evolucionan.

Todos los quesos dejan una serie de sabores diferentes a medida que los paladeamos.

Eso sí, hay algunos, como nuestro Leyendas de Baztán a la cerveza , que ofrecen el punto de aroma y sabor extra de algún ingrediente que enriquece con nuevos matices la experiencia quesera.

Y recuerda que la degustación no acaba al tragar el bocado.

Después de hacerlo, piensa en la persistencia de la sensación olfatogustativa.

Si no dura más de 3 segundos será una persistencia breve; si dura hasta 15 segundos decimos que es media; y si llega hasta los 30 segundos o más, estás ante una persistencia larga.

¡A por esa degustación de quesos!

Seguro que estas pautas te servirán para iniciarte en el apasionante mundo de la degustación de quesos.

Eso sí, ya te avisamos de que una vez que entres en él no podrás salir.

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